Arkael Dir'Kar "Filosombrío"

Nombre: Arkael Dir'Kar

Apelativo: Filosombrío

Raza: Elfo

Procedencia: Bosque Acecho

Edad: 120

Clase: Pícaro

Deidad: Máscara.

Oficio: Ratero/ Batidor/Danzarin de taberna

Descripción y Personalidad:


Era noche cerrada, las copas de los arboles se mecían tiernamente al paso del viento, no se oía ruido ninguno salvo el de un carruaje que llevaba raudo a una familia de elfos lunares. Los caballos galopaban por la ruta marcada, y ya había pasado los alrededores del Bosque Acecho. Llevaban varios días a galope tendido para poder llegar a su destino con la mayor rapidez, pero el agotamiento de las grandes bestias que tiraban del carruaje les hizo aminorar la marcha. El cochero preocupado por sus animales, paró y se dirigió a la familia de adentro. Eran cuatro personas: Un elfo azulado, bastante esbelto y con una complexión ágil, vestido con ropas típicas de la alta nobleza, una mujer de gran belleza, ataviada con una túnica que marcaba su posición como hechicera, un guerrero humano, ataviado con una pesada armadura completa, cargada de trazos arcanos, y con una espada de aspecto terrible en el cinto y por último un retoño elfo, hijo de ambos, con un aspecto enfermizo, de tez similar a la de un humano, pero muy pálida, demasiado para encontrarse en un estado óptimo. Después de observar a sus pasajeros dijo:

-Señores, tenemos que frenar nuestra alocada marcha, los caballos no pueden más- Con voz cautelosa, pues sabía como se comportan los nobles - Haremos una parada de tres horas, para que pueda darles algo de descanso.

- Eso es inaceptable, caballero, mi hijo Arkael necesita el tratamiento lo más pronto posible, le mordió una cría de gusano purpura que teníamos en observación y no pudimos curarle el veneno allí. - Dijo tajante la Elfa.

-Siga cochero, no le hemos contratado para que pare esto es una urgencia- Mandó el Elfo, de forma tajante.

-No puedo señores, los caballos no pueden más, sin embargo descansaremos dos horas si tan urgente es.- Finalizó el cochero escabulléndose antes de que los nobles replicaran.

El guerrero que estaba adentro, salió del carromato y se empezó a quitar los pertrechos, la pesada armadura quedó apoyada en una rueda junto con la espada mágica. Se acercó al cochero y sacó de su mochila dos botellas de cerveza.

- Está caliente, pero por lo menos beberemos algo delicioso - Dijo tendiéndole una.
- Gracias, me hacía falta beber algo que no fuera agua del odre.- El cochero con una cara dubitativa le preguntó al Guerrero- ¿Cómo te contrataron?
- Pues porque soy amigo de familia, la verdad he sido desde siempre el escolta del joven Arkael, es una familia un poco esrambótica, ya sabes, elfos extravagantes.
- Ese chico tiene que ser un pesado ¿no?
- Bueno, Arkael es muy hablador, si no fuera noble, iría para especialista circense, eso seguro, le gusta montar el espectáculo
- Si pues, a este paso, si no le curan ese veneno, morirá.- Dijo el cochero mirando de soslayo al carro.
- Si, es muy raro que no hayan podido curarle ese veneno en la ciudad, por eso nos dirigimos a aguas profundas. Dicen que en la ciudad del esplendor hay curanderos que han visto todo tipo de males.
- ¿Rezarás a que sea así no?.
- Si, la verdad es que....

El guerrero nunca acabó su frase, una flecha le atravesó la garganta, si no hubiera dejado su armadura ahora mismo podría estar vivo. Otra flecha impactó en la cabeza del cochero, matándolo también el el acto. Todo ocurrió en un instante, no hubo ruido alguno que alertara a los pasajeros.

Varias figuras, salieron de las lindes del bosque, ataviados de negro, encapuchados, era un grupo de bandidos experimentados. Se acercaron sigilosamente al interior, unos con los arcos apuntando al carro desde la retaguardia y otros con las espadas, dagas y estoques desenfundados también. Abrieron la puerta y atacaron de sopetón. La primera en recibir la herida mortal fue la madre del chico, se desplomó sobre su hijo el cual agonizaba inconsciente sobre sus rodillas. El padre fue degollado por otro bandido que se acercaba por el otro lado. Todo fue muy rápido, no hubo ruidos, pero si un observador, un hombre acechaba en la copa de un árbol, ataviado como los bandidos, pero totalmente enmascarado.

Los bandidos rebuscaron entre las pertenencias, cogieron al crío y lo amordazaron. El que parecía dar ordenes sobre los acechadores cogió al niño y emprendió la marcha, no había nada mas que hacer. Miró al crió y dio ordenes a sus compañeros, se llevarían los pertrechos...después de una pequeña fiesta con las provisiones obtenidas.

Los bandidos se mofaron de los cadáveres, mientras el pequeño elfo recuperaba algo de la consciencia, lo primero que vio fueron los cadáveres de sus acompañantes y el de sus padres, atados en una pira ardiente, donde se quemaban poco a poco. Lo que broto su boca fue el estridente grito de horror.

Varios bandidos miraron a Arkael y se mofaron de él, viéndole gritar, no podían sino reírse borrachos de su comportamiento. Aunque, uno de ellos, quizás el jefe, se acercó y le arreó un golpe brutal con una cachiporra dejándolo fuera de combate. De lo único que el chico pudo percatarse fue de la terrible sombra y del hombre que andaba delante de ella, degollando a los bandidos tan rápido que les pilló por sorpresa. . .

- Ahhhhhhh!!!! - Gritó Arkael al levantarse

Miró alrededor seguido del grito de terror, estaba en una casa de madera, con la única iluminación de una vela minúscula,con la cual pudo distinguir una figura humana, y un pequeño altar dedicado a una especie de mascara negra bordada.

- ¿Ya estas mejor?- Dijo el hombre saliendo de las sombras.
- ¿Qué, quien…donde?- Solo alcanzaba a decir esas palabras
- Te he salvado la vida chiquillo.
-¿Quién soy? –Dijo Arkael.
- Uhm, ¿acaso no recuerdas nada?.
- No, usted, ¿usted quien es?- Atinó a decir- Me duele la cabeza…
- Solo se tu nombre, chico, fue lo único que oí decir al guerrero que murió.
- ¿Cómo me llamo? – Dijo
- Arkael, jovencito, te llamas Arkael.
- ¿Qué me ha pasado?.-Preguntó confuso

El hombre le explicó lo sucedido, omitiendo que era de familia noble. Le explicó que estaba enfermo a causa de un veneno de un gusano purpura y que él le había curado. Arkael se quedó viviendo con aquel hombre, el cual empezó a enseñarle lo que sabía, le enseñó su culto a la deidad denominada la mascar, le mostró como esconderse en las sombras y algunos pasos básicos de danza para ganarse el dinero en la vida.

Con el tiempo Arkael fue adquiriendo edad, y su maestro envejeció como humano que era, llegado el momento, el hombre llevó a Arkael a la ciudad de Aguasprofundas para que se estableciera allí y aprendiera a vivir en la sociedad actual y sin estar recluido como un vil bandido. Fue entonces cuando Arkael perdió a otro ser querido, su maestro murió dos días después de dejarle, habiéndole legado los secretos de las sombras en un pequeño tomo, el cual encontró en su mochila después de haberse separado de él.

En Aguasprfoundas empezó a andar de posada en posada bailando para ganarse las piezas de oro y cobre que sustentaban su mísera vida en la calle. Varias veces tubo que librarse de asaltantes y vagabundos, guardias que le perseguían por robar o aventureros borrachos con ganas de bronca. Su vida pasaba con constante monotonía, hasta que, pasados los años y en su cientoveinte cumpleaños, se enteró de que un gran galeón iba a partir hacia una colonia en tierras nuevas. Donde, él podría empezar una nueva vida, alejado de todas las penurias que le habían acompañado desde su más tierna infancia.

Buscó la manera de pagarse el pasaje, bailó en muchas posadas, algunas donde ya le conocía, otras nuevas y otras que nunca había visitado. El dinero que consiguió no fue suficiente, el pasaje costaba mucho más que las pocas piezas de oro que consiguió. PeroED, él quería irse, buscaba irse, era una imperiosa necesidad, largarse de esa vida de perros, de vivir en suburbios y bailar por cuatro miseras moneditas. Así fue como empezó a prepararse para colarse, de polizón en aquel barco.

Fue por la noche, todo estaba en silencio, los guardias miraban todo el movimiento, comprobaban los pasajes, cobraban a los rezagados, los marineros cargaban las posesiones, las provisiones y las armas por los peligros de alta mar. Todos estaban trabajando para evitar polizones. Arkael se deslizó por la zona de carga, buscando la cuerda de alguna polea que estuviera sin atención, algo casi imposible, pero que, por designios divinos de la Máscara quedó una polea fuera de supervisión, acababan de llamar a los marineros para atar unos cabos que amenazaban con soltarse. Trepó como si su vida dependiera de ello, y, sin ser visto, se coló en la bodega del barco....

Ya hace dos meses de eso, y Arkael no ha querido salir a cubierta, por que cada vez que asoma la cabeza y ve el mar, le entran mareos horribles, y ganas de soltar el pescado que ha devorado...Todos le han acabado por tomar como un pasajero más, ya que no le han pedido cuentas del pasaje o de lo que ha pagado.

Viajaba, mareado y mas verde que un orco, hacia su nueva vida.

Editado.

Posteo su forma de actuar:

El maestro de Arkael le enseñó a engatusar a las personas con inutiles juegos de manos, con labia para echarse flores o hacer un buen espectaculo, cosa que era nata de él.

Sin embargo, cuando no da espectaculo y se encuentra en soledad o con desconocidos, sin querer ganarse su confianza se muestra frío y calculador, como un animal acechando a su presa. Aunque él mismo no lo sepa, en su pasado tambien actuaba de forma taimada, es de las pocas cosas que no han cambiado de él.

Rasgos:

-De pelo siempre alborotado, es largo y negro, ojos con tono rojo oscuro, como la sangre, quizás estos ojos han sido producto de la infección que casi le mata en su niñez. Su cara recuerda a la de un aguila, algo afilada, pero con algunos rasgos sutiles.
Su piel, palida como los rayos lunares, pero con tonos de color carne.
Su cuerpo, debil, pero con extremidades muy flexibles para poder colarse en los resquicios menos sospechados, es delgado y, pese a la aparición de pequeña musculatura, no parece ser mas fuerte que un infante.



Fin.

Tienes un bono de exp y de oro por la historia. Muy dura sin duda

PD: Perdón si tardé en contestarte..

xD Me gustan los Pjs traumáticos xDD (Quizas porque yo estoy loco) No pasha nah, tiempo tengo de sobra xD